Vol. 1 Núm. 219 (2020): Desaparición forzada de personas en México
En México la desaparición forzada tiene un largo camino, desde la década de los sesenta del siglo XX el Estado hizo de la tortura, el asesinato de opositores y la desaparición forzada de personas instrumentos de lucha política, en donde grupos paramilitares desarrollaron técnicas de eliminación de la oposición.
A finales de los noventa y principios del 2000 la desaparición adquiere otros matices, en donde el Estado mantiene sus viejas prácticas y aparece el crimen organizado radicalizando las prácticas de la tortura, el asesinato y la desaparición forzada, en donde la sociedad civil sufre la violencia sistemática.
En un boletín del pasado 5 de enero la Secretaría de Gobernación indicó que las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas al 31 de diciembre de 2019 llegaron a 61 mil 637 víctimas, de las cuales 74 por ciento son hombres, 25.69 son mujeres y 0.31 con sexo indeterminado. Estas
cifras rompen el silencio gubernamental y ponen el tema de la desaparición forzada de personas como un asunto de Estado en donde el reconocimiento de las cifras y el fenómeno obligan a solucionar el problema.
Son muchos los entramados que permanecen ocultos, pero es obligado develar la identidad de los cuerpos para darles nombre y, sobre todo, es posible pensar en el castigo de los responsables