Vol. 1 Núm. 48 (1992): Bosques

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Las tierras mexicanas poseen una singularidad extraordinaria desde el punto de vista
biogeográfico. El territorio del país se encuentra ubicado de tal manera en el continente
americano que, en sus numerosas montañas, desiertos, altiplanos y planicies costeras,
confluyen las especies vivientes de seres de los climas más tropicales, con aquellas que
provienen del norte ártico.
A sí, nuestros bosques, sobre todo en la parte central y la del sureste del país, contienen
una riqueza biótica formidable, que sirvió desde hace unos veinte siglos, de nicho para el
desarrollo de los pueblos que luego serían caracterizados como los protagonistas de la
civilización mesoamericana. El Mayab, el Nayar, el Anáhuac, la Huasteca, el
Totonicapan y los territorios Tlaxcaltaeca, Purépecha y el Yopitzingo, por ejemplo, son
sólo algunas de las regiones que poblaron las sociedades mesoamericanas, que hacia el
siglo XVI del actual calendario, incluían ya una población de unos 20 millones de
habitantes, agrupados culturalmente como hablantes de unas 250 lenguas diferentes.

Publicado: 2024-09-10

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