Sindicato y Nación
Palabras clave:
industria, huelga, sindicato, nación, democracia, obrero, políticaResumen
Vanos serían los esfuerzos por entender la realidad de la que formamos parte, sin
investigar el papel protagónico de sus actores sociales. En el México que hoy somos y en
el perfil de la nación que se proyecta hacia el futuro, sin duda el Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME) ha jugado y juega un papel fundamental.
Con el impulso a la política unitaria de clase a través de la lucha contra la formación de
los Batallones Rojos con su participación en la organización de aquella CTM que se
proclamaba "Por una sociedad sin clases"; mediante la defensa de los intereses
fundamentales de la clase trabajadora a través de la preconizadora huelga de 1916 y
después aquella de 1936 que haría realidad el derecho de huelga plasmado en el artículo
123 de la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo; con su rechazo al sindicalismo
corporativo del Estado en 1937 (el SME sale de la CTM); y con su activa participación en
la jornada de la nacionalización de la industria eléctrica; el SME ha estado tratando de
construir una nación soberana, democrática e independiente mediante una lucha que toma
como punto de partida los intereses de los trabajadores.
Su experiencia histórica se encuentra plasmada en su contrato colectivo (CCT) que hoy
se encuentra en revisión. Un contrato que lejos de defender mezquinos intereses
gremiales elabora un proyecto que bien podría ser el de la clase trabajadora mexicana en
su conjunto.
Frente al problema del deterioro salarial: la escala móvil de salarios; frente al problema
del desempleo: la defensa de la estabilidad en el trabajo; contra el centralismo y la
reprivatización de las empresas paraestatales estratégicas para el desarrollo nacional: la
defensa de la cláusula 10 de su CCT; contra el deterioro de la salud del trabajador, las
modificaciones a la cláusula 64; y frente a la reconversión industrial, la reivindicación del
papel protagónico del trabajador tanto a nivel técnico -proyecto de descentralización del
sector- como en el nivel político con la demanda de participar en las decisiones de
política sectorial en los órganos de la Junta de Gobierno del Sector Eléctrico.
Con la objetividad que aporta el análisis histórico y el de los hechos actuales que muy
pronto serán historia, este número especial de EL Cotidiano quiere contribuir a la
discusión del proyecto de los trabajadores frente a la crisis actual. El hecho de que este
proyecto no sea hegemónico, no significa que no exista. Seguramente no será
descalificando la crítica constructiva a los planes de gobierno y a los proyectos
empresariales como se logrará reconstruir la dinámica de crecimiento de la economía
nacional y las metas de democracia y justicia social contenidas en el pacto social que es
la Constitución de 1917. Por el contrario (y de ahí el carácter plural universitario de EL
Cotidiano), será observando, discutiendo los proyectos ante la crisis actual de los diversos
sectores como podremos salir airosos de ella. El SME tiene mucho que decir al respecto,
de ahí el interés de EL Cotidiano en dedicar este número especial a su problemática, que
es también la de la clase trabajadora y la de la nación en su conjunto.