Preludio presidencial

Autores/as

  • Cotidiano

Palabras clave:

Contienda electoral, presidencia, política, México, democracia

Resumen

Para nadie resulta un secreto que, aun antes del inicio formal de la contienda electoral por la presidencia de la República en 2006, la lucha política en México muestre excesos que pervierten el rumbo democrático de la competencia partidaria. Nuestra incipiente y frágil democracia se vuelve a poner a prueba. Las instituciones que le dan viabilidad enfrentan nuevos problemas no contemplados que amenazan con rebasarlas. Los partidos políticos, limitados por intereses particulares frecuentemente distanciados del ejercicio democrático, se opusieron, desde sus diferentes representaciones legislativas, a realizar un conjunto de reformas necesarias urgentes– para garantizar la transparencia y la credibilidad de los procesos electorales en marcha. El inquietante comportamiento de los institutos políticos presagia una contienda electoral problemática colmada de incertidumbre.
En este entorno de riesgo político, el grupo de EL COTIDIANO decidió dedicar la parte principal de este número al análisis tanto de los procesos electorales como de los actores que le dan vida. Varios investigadores reflexionan, desde sus diferentes especialidades, sobre las características de las campañas presidenciales en los tiempos de la transición, del enfrentamiento de la cultura política democrática con las cúpulas partidistas, del grado de institucionalidad que muestran los tres principales partidos contendientes, de los problemas que enfrenta el Partido Acción Nacional y de la crisis y recomposición que manifiesta el Partido Revolucionario Institucional.
Por supuesto, nada de lo que aquí se expone tiene carácter definitivo. El incierto mundo de la política todavía nos depara muchas sorpresas. Lo único cierto es que, al momento, nada nos asegura que, desde la competencia electoral, se construya un nuevo pacto social sobre el que se apoye el anhelado proyecto nacional que imponga el orden que requiere el país. Ningún indicador atestigua que la clase política sea sensible a cumplir con el ya viejo y desgastado compromiso de reformar al Estado.

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Publicado

2005-09-01