No. 153 Seguridad en México
Nuestra policía ideal
Gustavo Fondevila
Este trabajo analiza, mediante encuestas de percepción, las diferentes expectativas de la población respecto de sus policías. El miedo al crimen y la baja confianza en las autoridades ha provocado que la ciudadanía tenga demandas contradictorias en relación con las funciones y el desempeño policial. Al mismo tiempo que considera que los policías deben ser los guardianes del orden y la legalidad, la gente está dispuesta a permitir que violen la ley y los derechos humanos con tal de ser eficaces en la prevención y la persecución del delito.
Consideraciones sobre la relevancia de la Secretaría de la Función Pública en la construcción de seguridad pública y procuración de justicia penal a nivel federal
Julián Jesús Gudiño Galindo
La Secretaría de la Función Pública debe ser el precursor del impulso de la cultura de la legalidad en toda la Administración Pública Federal, ya sea al intervenir en el análisis, diseño y propuesta de la regulación jurídica de la misma, bajo la óptica de consolidar el bien común; así como en dar sustento al cumplimiento de la ley por parte de los servidores públicos.
La policía, los militares, el sistema de seguridad pública y la administración de la coacción: México frente a América Latina
Arturo Alvarado M.
No obstante el discurso civilista de los legisladores y algunos funcionarios públicos, hay una mayor y más evidente presencia de las fuerzas militares en tareas de seguridad pública y persecución de los delitos, en particular contra el narcotráfico y el llamado “crimen organizado”; pero no sólo eso, tenemos una presencia disfrazada de los militares en los cuerpos de las nuevas policías federales, que han intervenido en diversos operativos contra sindicatos y contra algunos grupos contestatarios al gobierno.
Las consecuencias silenciosas de la política de la seguridad pública en México
Brisa Maya Solís
La militarización de la seguridad pública es un tema muy debatido actualmente, pues lejos de resolver el problema de manera estructural, el gobierno federal ha recurrido a un discurso bélico que sólo ha posibilitado el incremento en los niveles de violencia. Ello, además de debilitar al Estado, ha profundizado el problema por la ausencia de un marco de respeto a los derechos humanos. El siguiente artículo tiene como objetivo apuntalar sobre las constantes violaciones a los derechos humanos por parte de la autoridad, derivadas del abuso excesivo de la fuerza del Estado.
Gestión pública y moral política
Juan Mora Heredia
Raúl Rodríguez Guillén
La ecuación dinero y política ha ido moldeando una percepción del quehacer público-estatal negativa, disociada de cualquier principio básico de servicio. Ser político o formar parte de la administración pública, para el conjunto de la población, es sinónimo de corrupción y abuso de poder. Pero lo sobresaliente de esta situación es que sin distingo de filiación política, derecha o izquierda, los profesionales de la política son asiduos actores de escándalos políticos. Algunos más documentados que otros, con mayor o menor seguimiento por parte de los mass media, pero con la constante de inspirar una imagen del político profesional cargada de mezquindad y ambiciones personales, misma que por obvias razones les ha significado ocupar los últimos niveles en la escala de confianza de los ciudadanos.