No. 104 Elecciones 2 de julio
2 de julio: una elección por el cambio
Juan Reyes del Campillo
Tuvo que concluir el siglo para que se cumpliera la etapa del autoritarismo presidencial. La expedita jubilación de la añeja clase política oficial es consecuencia de un país agraviado, de un proyecto nacional que tendía a beneficiar a quienes asumían el patrimonialismo estatal y de una política supresora de los derechos ciudadanos. Hoy, desandar los viejos y retorcidos caminos implica reformar las instituciones para generar espacios necesarios y suficientes que le permitan a la sociedad mexicana expresarse cada vez mejor. Una sociedad en movimiento, que ha sido capaz de combatir el control y el autoritarismo, deberá construir, además de las bases de la pluralidad y la tolerancia, las de la igualdad y la justicia.
Elecciones en los estados de la frontera norte de México
Benedicto Ruiz V.
Tania Hernández V.
Los resultados de las pasadas elecciones en la frontera norte expresaron una sociedad civil con mayor interés en participar en la toma de decisiones y menos vinculada a las relaciones tradicionales entre Estado y sociedad. No debemos olvidar que en estas entidades se ha desarrollado un electorado volátil y pragmático, que juzga con mayor puntualidad la eficiencia y la eficacia de los gobiernos en cuanto a la administración de los recursos públicos y la dotación de los servicios sociales y que además tiende a inclinarse más por el perfil de los candidatos que por el programa o identidad ideológica o política de los partidos. Este electorado ha castigado al PRI, pero no ha dejado de verlo como una segunda opción, dependiendo de las circunstancias políticas y sociales que se pueden dar durante un proceso electoral.
El PRl después del 2 de julio del 2000: balance y perspectivas
Luis Reyes G.
Si la tragedia electoral del PRI tuvo su punto culminante en la elección del 2 de julio, este acontecimiento no es más que la conclusión de un largo proceso de crisis y desgaste que, junto con el agotamiento del régimen político en su conjunto, acercaba al partido, año con año, a la pérdida de más y más espacios de poder, entre los que –tarde o temprano– se encontraría la Presidencia de la República.
El PRD y las elecciones del 2000 en el Distrito Federal
Marco A. González G.
La refundación, renovación, reorganización, o lo que pretenda hacer el PRD, no tendrá efectividad alguna si sigue marginado de la dinámica de los cambios que se están dando en la sociedad mexicana, mucho menos si no consigue entender que ésta ha cambiado y que la ideología sobre la que se fundó ya no sirve en las nuevas circunstancias. Las luchas internas por el control del partido, su burocratización y el anquilosamiento de su dirigencia se expresaron diáfanamente en la campaña que estaba perdida –desde antes de empezar– por haber funcionado como en el 88: sin temas ni propuestas novedosas.
El ocaso de un régimen: barruntos de crisis política
Miguel A. Romero M.
El tiempo de coyuntura, concepto que marca el periodo existente poco antes de que se presente la coyuntura y que se extiende un poco después de la aparición de la misma, se caracteriza por traer aparejados un conjunto de reacomodos entre los diferentes actores que se manifiestan en retos y desafíos que deben atenderse porque las nuevas circunstancias así lo demandan. En general, se trata de un lapso caracterizado no por el cambio, sino por la velocidad con que el mismo se presenta o con la sensación de que así ocurre realmente.